A Don Buenaventura Luna
Buenaventura Luna está en su tierra
Floreciendo en la nieve su copla de silencio
Para guardar el sueño del poeta
La comarca de Huaco limpio sus lejanías
Pobló de resonancias su campana de cumbres
Y en la bíblica paz de los ocasos
Se oye el salmo del aire entre los álamos
Mientras se agita, tímido, en las sombras
El cencerrito azul de las majadas
Viejo camino jachalero
Desenroscado caracol
Junto a la huerta del abuelo
Te está llamando Guandacol
Tierra bermeja y trajinada
Viña madura bajo el Sol
Antigua minga lugareña
Donde el poeta amaneció
En la nostalgia, la tonada
El romancero, en el amor
El contrapunto en la payada
La historia gaucha, en el fogón
Para la noche del resero
La luz profunda de su voz
Muchas lunas pasaron sobre las cordilleras
Sublimando el silencio donde duerme el poeta
A lo lejos el aire se puebla de tonadas
A los lejos, dialogan las guitarras secretas
¡Y una vidala errante, litúrgica y nocturna
Quiere nombrar tu nombre, Buenaventura Luna!