Tu piel de hormigón
Bajo tu piel de hormigón
arena y cal, tu corazón...
En la fachada un cartel
y el eco fiel de un bandoneón...
Tanta vidriera al pasar
me invita a ver, y a desandar;
me gustaría saber
cómo hay que hacer para comprar.
Yo que no tengo ni un diez,
decirte adiós nunca podré,
mi Buenos Aires de hoy, lo que soy...
te lo doy, si lo querés.
Vos como nadie sabés
el tambalear sobre mis pies
porque de vos aprendí
cuando me erguí como un ciprés.
Y tu tristeza de andén
es de los dos, la entiendo bien,
también a mí me tocó
igual que a vos perder el tren.
Bajo tu piel de hormigón
mi corazón, sin un revés,
mi Buenos Aires de hoy, lo que soy...
te lo doy, si lo querés.