Cuaderno y Café
Ay soledad, que bueno verte
cuaderno y café, lluvia y verde.
Ay soledad golpea mi mente,
en el puño el corazón y lentamente.
El dolor se hará canción,
mi pecho se abrirá,
me aferraré al amor y sanaré.
Ay soledad del ayer,
al fin te pude domar.
Y te amé y me atreví a soñar
a nunca más volver
a marchitar.
Ay soledad, que dulce temple,
ya calmó mi sed y vuelvo a verme.
Reapareció mi voz ausente
que hace tiempo se perdió
entre la gente.
Y mi pecho al fin se abrió
y el dolor se hizo canción
y yo me aferré al amor y gané.
Ay soledad del ayer,
al fin te pude domar.
Y te amé y me atreví a soñar
a nunca más volver
a marchitar.