Amaia
Aquella mañana se despertó Amaia
con algo agarrándole el pecho
El hecho es que puso sus pies en el suelo
y crujió como todos sus sueños
Mirando el rocío por esa ventana
que daba entre el verde y el cielo
al fín entendió que se hacía mayor
y tenía que ver cómo hacerlo
Sabía un atajo, llevaba un buen fajo
a ella nunca le limitó el miedo
Poliki poliki bajó la escalera
tenía los huesos desechos
Metió cuatro cosas en una maleta
sin ruedas de esas de cuero
Venid aquí todos y dadme un abrazo
les dijo a sus hijos del grande al pequeño
Una vieja puñetera
Pandero zahartxo batekin
preguntando por la calle
Nahi dozu ezkondu nirekin
Plantada en la calle mayor de la city
buscó a aquella neska morena del piti en la boca
y los años que las separaban
se hicieron palabras y en dos fotogramas
Pasaron a verse tumbadas sin bragas
las dos agarradas a la luz del alba
en la cara de aquella mañana
sin luego sin miedo y sin nada
El piso roído de aquella pasión
escuchó en un idioma imposible
Todos los rincones quedaron mojados
y ardieron la tela y los muebles
Nadie se imagina qué fue lo siguiente
aquí nadie se muere no mueren
dos ancianas bailando desnudas sin dientes ni dudas
pandero batekin batiente
Una vieja puñetera
Pandero zahartxo batekin
preguntando por la calle
Nahi dozu ezkondu nirekin
Una vieja puñetera
Pandero zahartxo batekin
preguntando por la calle
Nahi dozu ezkondu nirekin
Una vieja puñetera
Pandero zahartxo batekin
preguntando por la calle
Nahi dozu ezkondu nirekin
Una vieja puñetera
Pandero zahartxo batekin
preguntando por la calle
Nahi dozu ezkondu nirekin
Una vieja puñetera pandero zahartxo batekin
Preguntando por la calle nahi dozu ezkondu nirekin
Que se ríe de la vida munduaren aurpegiaren aurrean
prisa barik aunque ya no tiene tiempo pá ti
dauzka arrugas en las manos y olor a jazmin
Gora todas las Amaias, gora zuek, gora beti