Gloria de Mastropiero
Introducción (Marcos Mundstock):
Influido por Compagnucci, Mastropiero compuso algunos tangos, y comenzó a ganarse la vida tocando el piano en un local de los bajos fondos, frecuentado por promiscuas alternadoras y mujeres de la calle. Trabajaba en ese antro tres noches por semana, hasta que no pudo resistirlo más, y comenzó a concurrir todas las noches. Entonces sí que no pudo resistirlo; demacrado y enfermo, se marchó de Buenos Aires con rumbo a Italia. Al desembarcar lo esperaba el cardenal Gemelli, para invitarlo a tocar en el Vaticano esa misma noche. Ya en el carruaje que los trasladaba, el cardenal le preguntó: "Dígame, maestro, ¿trae alguna partitura de música sacra, algún Aleluya de los que usted solía componer con tanta unción, o un Credo, o un Magníficat? En latín, claro...". Mastropiero tragó saliva. "Bueno, eh... justamente tengo un Gloria, sí... un Gloria que todavía no ha sido estrenado." Pero la verdad era otra. En su maleta tenía solamente los tangos que había compuesto en Buenos Aires. Una vez llegados al Vaticano, Mastropiero modificó apresuradamente una de sus partituras. Le agregó como pudo el texto en latín, entregó su parte a cada músico y la interpretó ante el Sínodo. El impacto en los obispos fue tremendo. Inmediatamente Mastropiero fue excomulgado. Los guardias suizos arrojaron por la ventana las partituras, los instrumentos... y el compositor. Y, una vez más, el impacto fue tremendo. A continuación escucharemos, precisamente, el "Gloria" de Mastropiero, tal como fue interpretado por el compositor ante los obispos en el salón de audiencias del Vaticano.
Composición de escena: Se preparan todos los integrantes con sus instrumentos y comienzan una breve afinación. Marcos se coloca delante del micrófono y, a modo de director de orquesta, da la entrada para que comiencen a tocar.
Coro: Gloria. Gloria. Gloria, Gloria.
Marcos Mundstock: Gloria. Gloria.
Coro: Gloria Deus.
Marcos Mundstock: Gloria García.
Coro: Gloria Deus.
Marcos Mundstock:
Gloria mía. Cosita lindum.
Recordo primus día
en que la vi a Gloria entre molieribus,
yo la vi a Gloria en el ómnibus.
Alma mater. ¡¡Mamma mía!! Una Gloria...
Coro: Gloria, Gloria.
Marcos Mundstock:
Gloria, habeas corpus.
Habeas un corpus magnificat;
Gloria stabat bona, plus que bona,
Gloria stabat bona: ¡rebona!
Capelli longui et finii, cutis angelorum,
oculi divini, labius seductorum,
pectorem turgenti, et in saecula saeculorum.
Yo la vi a Gloria en el asiento del ómnibus.
Yo me apropincué para hacerle el versiculum
¿Posum sentarme con usted?
Coro: ¿Y qué hizo Gloria?
Marcos Mundstock:
Gloria... curriculum.
Ella quiso ir al cine, sine qua non,
luego fuimos ipso facto a casa de ese hembrón.
A priori parlatur, danzatur a priori.
A posteriori osculatur, et hicimus amorem,
hicimus amorem a priori ¡y a posteriori!