¡Esta Vivo!
Daniel Melingo, Luis Aposta
Se dibuja en la luna
el vuelo color tierra de un gorrión.
Y un linyera agoniza.
como un afi che desgarrado a mano.
Sin embargo, todo suena a regreso.
Porque entre su agonía
y la fría indiferencia de los otros,
cabe un sueño.
Claro rostro del día,
antípoda de la oscuridad y del aullido,
que habrá de concretarse en otros días,
y uno tras otro, en su continuidad,
tamizarán el sol.
Y en la torre celeste,
la del silencioso reloj,
imperturbable,
destejedor de horas.
En los silencios y en las estridencias;
de oboes, de serruchos y violines,
volveré en el eco de mi voz y mi presencia.