Invierno de Oro

It's 7 a.m. no espabilan mis neuronas
y ya estoy pensando en cien maneras de olvidarme.
Silencio y café, nostalgia y tres bandadas.
Lo pienso de pasada,
ya no quiero levantarme.

Algo está pasando en este invernadero
que yo a veces siento que me muero pero estoy brillando,
como brillan las luciérnagas cuando es verano.
Igual será que soy yo, que solo soy libre cuando canto.

Me crece el corazón por cada año que pasa
y a la vez me siento en un accidente aéreo.
Tú dices que me quieres pero sales de caza
y me estás echando de más más que de menos.

Callado en el centro del Mediterráneo
sumergido hasta las rodillas
a ver si allí ahogo todo lo malo
y la sal me sirve de morfina.

Ahora es febrero y llueve poco,
a mí me rechinan los dientes.
Esperando a que nieve y todo se congele
y con ello también los abrazos pendientes.

Hoy tos los días parecen el mismo.
Escribo a lunes una canción digna de domingos.
Aprendiz más sincero del surrealismo,
sembrando a la vez diez campos de jacintos.

Pero hoy nadie protege mi llanto,
suena el eco de los pasos de un crío.
Estoy cotejando mis fallos con tantos
que fluyen ríos nuevos entre mis oídos.

Tú vuelve y haz como si nada.
Todo está bien, solo dueles en las ojeras.
No crees en ti, pero hueles a agua salada
¿y quieres que haga como si no existieras? (Nah)

8 de la mañana, woke up I don't wanna feel nothing.
Estoy sentao frente a una mesa vacía.
No sé qué quiero sacarme de dentro
pero ahí fuera son tres grados bajo cero
y hierba fría, hielo en los tejados.

Escribo y no sé lo que he dicho, hasta que lo leo
no me sé dosificar.
¿Será drama o postureo?
No sé, conmigo no sé lidiar.

Me encanta casi todo por lo que peleo.
Estaba claro que con algo al menos habría que acertar.
Y aquí estoy, haciendo música,
dejándome la piel aunque no quiera que se sepa mi nombre.

Esto despega solo del papel,
he creado un universo entero, I guess I'm doing well.
Es como un suero para el alma
y yo me siento marinero
y da igual que sea pasajero en un barco a la deriva.

Hago de la música un juego,
haciéndote llorar mientras bailo en la habita.
La sonrisa de lado a lado y el nudo en la garganta,
suelta ya la mano que has dejado en mis costillas.

Le veo al demonio asomar las uñas,
sé que la reina cuelga calladita en tu balcón.
No tengo nada más que decir,
no nos entendemos más que tú y yo.