Tan Buenos Aires

¿Dónde vamos cuando todavía
necesita una última razón la piel?
Hacía muchas noches que tampoco te dormías
ni te daban más los pies.

Nos llevó la luz de La Latina
hasta devorarnos contra el mostrador,
decías que morías por vivir toda la vida:
“nada importa más que hoy”.

Lo que sé de la libertad, linda,
el corazón es siempre la guía.
Lo que sé del destino, mi amor,
es que depende solamente de los dos.

Así de fascinante te quiero ver,
tan fina y tan bohemia, tan Buenos Aires;
así de diferente quiero sentir,
que entre toda esta gente no quede nadie.

Qué despacio van las avenidas
en nuestros excesos de velocidad;
hacía muchas citas que vos tampoco salías
si no era para tomar.

Lo que sé de la física, linda,
es que la química la puede hacer letal.

Así de fascinante te quiero ver,
tan fría y tan infierno, tan Buenos Aires;
así de diferente te quiero sentir,
que entre toda esta gente no quede nadie.

Así de fascinante te quiero ver,
caótica y nocturna, tan Buenos Aires;
así de diferente quiero sentir,
que en medio de nosotros no quede nadie.

Palermo se está consumiendo
y te sueño brindar con tequila
pegada como Sol y la Gran Vía,
como entonces me tenías.
Es viernes otra vez,
volvamos a lo que fue.

Así de fascinante te quiero ver,
tan oscura y radiante, tan Buenos Aires;
así de diferente te quiero sentir,
que entre toda esta gente no quede nadie.

Así de fascinante te quiero ver,
tan rota y elegante, tan Buenos Aires;
así de diferente quiero sentir,
que en medio de nosotros no quede nadie.

Tan mal inolvidable, tan Buenos Aires.
Que en medio de nosotros no quede nadie.