De Qué Servirá
Ante Su poder ser preguntaban
¿quién es Él?
¿acaso no es éste el hijo del carpintero?
No le reconocían
movidos por sus propios intereses,
la boca llena de palabras,
y el corazón con olor a muerte.
Lo mismo pasa hoy, se ha cegado
el corazón.
Lo material ocupa el primer lugar,
se ha rechazado el verdadero amor.
De qué serviría ganar el mundo
entero si el alma se va muriendo,
de qué serviría.
De qué serviría alcanzar poder y
riqueza si el alma agoniza en la
miseria, dime ¿de qué serviría?
Ante Su poder todos quedaron
asombrados. ¿De dónde la
sabiduría? se cuestionaron.
No creyeron en Él, en Su propia
tierra le despreciaron.
Al Cordero inmolado, sacrificio de
amor no aceptaron.
Lo mismo pasa hoy, se ha cegado…
De qué serviría ganar el mundo…