Dejá El Conventillo
Mi linda pebeta de ojazos de cielo
De labios tan rojos como un corazón
Dejáme que a solas yo pueda decirte
Que estoy medio loco de amor por vos
Pa’ mí, ya no existen las otras mujeres
Ni pienso en las farras y en el cabaret
Pues vivo, pebeta, pensando tan solo
Que al fin, algún día, me habrás de querer
Y, aunque todas las comadres
Te aconsejen lo contrario
Y te digan que conmigo
No te debes espiantar
No olvidés que te lo dicen
Por la envidia que te tienen
Al saber que en mi automóvil
Yo te llevo a pasear
Seguí mi consejo: Dejá el conventillo
Que en él, mi pebeta, no debes vivir
Y en vez de esa pieza sin luz y sin aire
Verás qué garifo será tu bulín
Mi linda pebeta de esos ojos de cielo
Pensá que conmigo feliz has de ser
Pues tengo un cotorro que es una delicia