El Soldado Ciego
(cuarta canción de la cantata "la primavera muerta en el tejado". es la única del ciclo con tanto texto como música de patricio manns)
En el parque de enfrente
Las hojas fueron rotas
Por ráfagas tenaces
Hasta no tener término.
Encima del tejado,
Bamboleante y sonoro,
Cada estampido aullaba
La respuesta precisa.
Luego el cerco de cascos
Y bayonetas ávidas
Escaló las paredes
De las casas vecinas.
Atacó circulando
Por los flancos del aire
Y rellenó de fuego
Los mayores tejados.
Hasta
Que un ciego
Soldado campesino
- recién, recién cortado
De aquél
Su sembrado -,
Con el sucio y
Deformante uniforme,
Con sus zapatos grandes,
Su gran
Oscuridad,
Chapoteando en la noche de la ciega conciencia,
En el solemne y corto momento interminable
En que el mundo paró su balbuceo,
Oprimiendo su dedo y su alegría,
Le colocó en la sien
Una amapola,
Esta amarga amapola de
La muerte.
Ella
Juntó
Los labios contra el muro,
Con cálida dulzura
Posó
La cabeza.
Ella tornó de cisne la cabeza,
Desamarró los brazos,
Negó
Su fatiga.
Un mechón de cabellos resbaló hacia la calle,
La amapola deshizo sus primores exactos,
Descendiendo por ellos en un hilo.
Nació bermejo un charco
Y la paloma
Tembló de piernas,
Se durmió enseguida,
Amortajada por el sol
Oscuro.