Daño Colateral
Llórame cuando sangre mi piel,
No hemos nacido para perder,
Lo grande del corazón se lleva dentro,
No pueden robar mi fe.
Y cuando no haya Dios a quién llorar,
Y cuando las palabras no traigan bondad,
La vida tras otro cristal,
La suerte a suerte, daño colateral.
Su nombre es Consuelo, más consuelo no le queda,
Más de ochenta años, blanca cabellera lleva,
Tres hijos ya tuvo, que mantuvo como una mamá soltera,
Pero en casa solo y triste, nadie espera.
Áspera su vida, su hijo mayor en prisión,
Otro se marcó por las vías en un vagón.
Y el mejor vendía heroína por las esquinas,
Pero un día le dejaron tres balas como propina.
Trabajo y novelas, la rutina que le agobia,
Fuma todo el día, una cáncer la respuesta obvia,
La muerte es u fobia, la fe se esfumó,
No hay dios al que rece pese a desesperación.
Hoy tocan su puerta, no sabe lo que ha pasado,
""Me mandó su hija, también le mandó un recado"",
Ella dijo ""Pasa"", parecía un chico normal,
""Siéntate y me cuentas, gustas trago de mezcal?"".
Llórame cuando sangre mi piel,
No hemos nacido para perder,
Lo grande del corazón se lleva dentro,
No pueden robar mi fe.
Y cuando no haya Dios a quién llorar,
Y cuando las palabras no traigan bondad,
La vida tras otro cristal,
La suerte a suerte, daño colateral.
Su nombre es Ramón, viene sólo en un vagón,
Nunca conoció a sus padres, las es calles su profesión.
Aprendió a robar desde pequeño,
Su sueño ser de un barrio peligroso, apodado Sureños.
Un día lo citan, le dicen que esto es sencillo,
Que vaya y que robe algo que tenga bastante brillo.
Le parece fácil y sencilla la misión,
Incluso ya tiene entre ojos una mansión.
Ya conoce horarios, movimientos de la zona,
Pero sólo no es tan fácil, ocupa de otra persona.
Recurre a su amigo, conoce necesidad,
Lo convence y se lanzan para cumplir ese plan.
Toman la ganancia y la dividen a mitades,
él le dice ""Vamos por botellas a unos bares"".
En esos momentos un carro casi atropella,
él se queda frío, mientras su amigo la salva.
Llórame cuando sangre mi piel,
No hemos nacido para perder,
Lo grande del corazón se lleva dentro,
No pueden robar mi fe.
Y cuando no haya Dios a quién llorar,
Y cuando las palabras no traigan bondad,
La vida tras otro cristal,
La suerte a suerte, daño colateral.
Penélope soñó con ser feliz desde pequeña,
Ella es feliz, entre sus libros siempre sueña,
Que tendrá un amor verdadero y será infinito,
Pero entre mentes cerradas eso a veces es delito.
Conoció a Vanessa y yo sale de su cabeza,
Y esa mujer es su mundo, no hay nada más que piensa.
Pero papá le dice que ella es una cerda,
Y que dios va a castigarla y la hace sentir como mierda.
La manda a vivir a otra ciudad con otra gente,
Ella conoce a un hombre que la quiere y es decente,
Pasan los años y se casan,
Pero a un amor sincera por más tiempo nunca pasa.
Ella no es feliz, ya no lo soporta,
Tiene treinta pastillas y las toma ya nada importa.
Dejó un mensaje ""Te perdono"", y se acuesta en la cama,
él se quedará enamorado de un fantasma.
Llórame cuando sangre mi piel,
No hemos nacido para perder,
Lo grande del corazón se lleva dentro,
No pueden robar mi fe.
Y cuando no haya Dios a quién llorar,
Y cuando las palabras no traigan bondad,
La vida tras otro cristal,
La suerte a suerte, daño colateral.